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Fisioterapia en la prevención y tratamiento del síndrome de caídas.

Fisioterapia en la prevención y tratamiento del síndrome de caídas.

Introducción

El grado de funcionalidad o dependencia de la persona adulto mayor (P.A.M.), es medida a través de diversas escalas las cuales valorar la capacidad del adulto mayor para movilizarse, su independencia en actividades básicas de vida diaria y la realización de actividades de tipo instrumental. El propósito de estas evaluaciones es determinar el deterioro funcional de la persona mayor, ya que este aspecto es un indicador pronóstico de discapacidad y dependencia.

En Costa Rica, según el último censo realizado en el 2000, la población adulta mayor representaba el 7,9% de la población total, lo cual indica que para ese año existían 301 474 adultos mayores. En un estudio realizado por CRELES (2006), para el informe estado de situación de la P.A.M. en Costa Rica,  se documenta que el 41,6% de la población estudiada presentaron dificultad en la movilidad específicamente para caminar y un 56,7% presentaron dificultad para subir escaleras. Estas dos últimas acciones representan las cifras más elevadas de dificultad, aumentando considerablemente con la edad, llegando a los 80 años y más, a cifras de 68.8% para la dificultad de la marcha y un 7.8% para subir escaleras.

Si se parte del hecho de que la mayoría de las caídas ocurre durante la realización de actividades cotidianas, al tropezar y la menor parte de estas se presenta durante actividades de mayor riesgo (como el subirse sobre una silla), podríamos observar y considerar la importancia de la intervención fisioterapéutica a través de la vendaje neuromuscularterapia, tanto para la prevención primaria y secundaria, como para la prevención terciaria y la rehabilitación.

Las caídas como síndrome

Las caídas dentro de las patologías geriátricas son uno de los problemas más importantes, ya que ponen en peligro la salud de los adultos mayores, siendo una de las principales causas de lesión, incapacidad e incluso muerte.

La aparición de más de dos caídas en un periodo de seis meses se considera como síndrome de caídas. (Morales,P) El síndrome de caídas, obedece a diversos factores tanto intrínsecos como extrínsecos del paciente.   Entre los factores intrínsecos se puede mencionar: la edad, enfermedades agudas y crónicas, y el uso de algunos fármacos. Los factores extrínsecos engloban lo que son principalmente las barreras arquitectónicas y condiciones que producen desestabilización como el tipo de calzado o el piso. Dichos factores junto a la debilidad de los miembros inferiores y la falta de equilibrio, determina un riesgo para el adulto mayor de caer y por ende adquirir una discapacidad que le lleve a depender por cierto tiempo o de manera permanente de otra persona.

Papel de la fisioterapeuta en la intervención de síndrome de caídas

El profesional en Terapia Física tiene diversas posibilidades de intervención en los ámbitos de prevención, donde intervine como coadyuvante en el tratamiento de las enfermedades agudas y crónicas, así como en la rehabilitación del control postural y la debilidad muscular, producto del desacondicionamiento físico o la inmovilización prolongada del adulto mayor.

Inicialmente el fisioterapeuta requerirá valorar diversos aspectos físico-funcionales del adulto mayor con el fin de crear un plan de tratamiento adecuado  a la realidad del paciente. En esta valoración se deberá incluir:

-Anamnesis que incluya las patologías en el paciente e historial de caídas que contenga: número de caídas en los últimos 3 a 6 meses, hora del día, tipo de calzado que utilizaba, lugar de la última caída, si pudo levantarse, consecuencias de las caídas y síntomas asociados a la caída; además, que tan frecuente se tiende a tropezar.

-Valoración de la movilidad articular de miembros inferiores.

-Evaluación manual muscular funcional de los miembros inferiores.

-Valoración postural, observando acortamiento de miembro inferior, desviaciones y deformidades.

-Capacidad del paciente para realizar cambios posturales de supino a prono, supino a sedente en cama, de sedente a bípedo y bípedo a sedente, observando si al realizarlo el paciente presenta mareo, dificultad o inestabilidad.

-Valorar la capacidad del paciente de mantener el equilibrio estático y dinámico tanto sedente y bípedo, apoyo monopodal,  cambios de dirección y giro de 360° en bípedo.

-Análisis de la marcha, observar el tipo calzado, necesidad de ayuda biomecánica.

-Aplicación de pruebas especificas, en las cuales se pueden incluir: Tinetti, Get up and Go, Get up and Go cronometrada y velocidad de marcha.

Fortalecimiento muscular y entrenamiento de la coordinación y equilibrio

Cuando un adulto mayor arrastra los pies, en lugar de levantarlos adecuadamente, es más probable que tropiece y caiga.

Gran parte de los adultos mayores con síndrome de caídas, además de las causas médicas que presentan y los factores ambientales que favorecen el mismo, también se logra evidenciar en la mayoría una pérdida de la fuerza muscular de los miembros inferiores y deterioro de la coordinación y equilibrio que influye directamente en la marcha y la estabilidad de la misma.

El abordaje fisioterapéutico para estos aspectos a rehabilitar ira enfocado a:

  • Mejorar fuerza, resistencia muscular y movimiento articular de los miembros inferiores.
  • Entrenamiento de la coordinación y equilibrio.
  • Educación.

Para mejorar fuerza, resistencia y movimiento general se pueden realizar ejercicios de resistencia progresiva con uso de pesas de tobillo y theraband, ejercicios activos libres, bicicleta estacionaria y se puede utilizar técnicas de facilitación neuromuscular propioceptiva (FNP) los cuales además de permitir el fortalecimiento muscular trabaja la coordinación y la propiocepción.

En el entrenamiento de la marcha se debe tratar de mejorar la postura y reentrenar la realización correcta de las fases de marcha. Se puede trabajar la marcha anterograda, retrograda y lateral, tanto dentro de las barras como fuera de ellas, esquivar obstáculos, marcha en superficies irregulares y el subir y bajar escaleras.

Si la inestabilidad en la marcha fuera de las barras fuese evidente se deberá entrenar la marcha con bastón de un punto, cuatro puntos o andadera según la necesidad del adulto mayor.

En el entrenamiento de la coordinación y equilibrio se pueden utilizar técnicas como la ya mencionada técnica de FNP y la técnica de frenkel. Para lograr un control postural en el equilibrio bípedo es necesario lograr primeramente el equilibrio estático progresando a actividades de equilibrio dinámico de lo más simple como lo es aplaudir o tirar una bola en apoyo bipodal, hasta actividades más complejas como el equilibrio monopodal, la marcha de soldado y equilibrio en superficies irregulares, tomando siempre en cuenta las patologías y las posibilidades físicas del adulto mayor.

La educación en la prevención de caídas en el hogar, es un punto de gran importancia, esto porque en los hogares de los adultos mayores muchas veces se desconoce de peligros potenciales que pudiesen generar una caída. Dentro de los aspectos que se deben contemplar con el paciente y sus familiares o cuidador, están: uso de calzado adecuado incluso dentro de la casa, uso de barandas, alfombra antideslizante y una silla dentro del baño, dejar los pasillos libres de muebles y con buena iluminación, uso de barandas en escaleras, entre otros.

Conclusiones

-La fisioterapia a través de la vendaje neuromuscularterapia, cumple un papel importante tanto en la prevención como en el tratamiento del síndrome de caídas.

-En diversos artículos, tesis y estudios a nivel nacional e internacional sobre el síndrome de caídas, se documenta la debilidad muscular y la pérdida del equilibrio como factores predisponentes y se evidencia el beneficio que brinda la rehabilitación física y la educación en la prevención de caídas.

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